LA ELECCIÓN VOCACIONAL representa un aspecto central de la
identidad de las personas. Por lo general, es un proceso que se desarrolla
durante varios años y se va definiendo hacia el final de la adolescencia,
cuando ya se tiene mayor claridad sobre las implicancias de las preguntas fundamentales
de esta edad, que son: "¿Quién soy?" y "¿Qué quiero hacer con mi
vida?". Es decir, cuando la persona tiene claridad sobre su proyecto de
vida. El trabajo es esencial para el desarrollo de las personas y la ocupación
que se tenga estará muy relacionada con el uso del tiempo, ingresos, contexto
y, sobre todo, con el sentimiento de autorrealización personal. Esta ocupación,
muchas veces, es elegida en función de las necesidades y oportunidades que se
tengan; pero otras veces es circunstancial. Sin embargo, si esa actividad, ya
sea elegida o no, respeta las características personales, sueños y metas, así
como al contexto de la persona, ayudará al crecimiento y a la satisfacción de
cada uno Plantearse metas y tener sueños es un aspecto fundamental para cualquier
elección. Es más, constituye el punto de partida. Estas metas nos orientan,
organizan y motivan hacia un camino personal, el cual debe tomar en cuenta los
intereses, habilidades, sueños y posibilidades que tenemos.
La elección es el resultado de un
proceso de exploración y puesta en práctica de elecciones durante la
adolescencia, de conocerse y formular metas que lo respeten a uno mismo y a su
medio. En este proceso, no se necesita esperar hasta acabar la Secundaria.
Cualquier momento es bueno para pensar en sí mismo y en lo que se quiere.
Fuente: Libro Base de Persona familia Y relaciones Humanas 4to
IE Juan Tomis Stack
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